A la hora de hacer un seguro sabes que tienes múltiples opciones que, a menudo, te abruman mucho porque no sabes lo que hacer para poder tener el mejor de todos. Uno de los seguros que tienes es el de a todo riesgo sin franquicia, un seguro que, según algunos profesionales, no sirve de nada salvo que seas un conductor que tienes muchos despistes.
Según parece, hay que dar una media de 3 partes al año para que se pueda rentabilizar el seguro (ya que, de por sí, es caro), hablamos de que, si lo coges con franquicia o sin franquicia, la diferencia podría ser de unos 450 euros.
Para que te hagas una idea más clara, un seguro a todo riesgo sin franquicia puede salirte por algo más de 1000 euros anuales. Si es con franquicia hablaríamos de la mitad (más o menos) lo cual hace que puedas amortizarlo mucho más fácilmente (y con menos partes). De hecho, según los datos de conductores que tienen un seguro a todo riesgo sin franquicia, durante los últimos 5 años, el 67% de los usuarios no han dado ningún parte por lo que han gastado dinero que podían haberlo invertido en otras cosas.
A la hora de contratar un seguro, el ideal para cualquiera es un todo riesgo pero hay que tener en cuenta el precio por el que saldría así como otros factores: si el coche va a estar bien cuidado, si se han tenido accidentes que pudieran hacerte pensar que vas a seguir teniéndolos, si dejas el coche en un barrio poco recomendado… Todo esto es lo que te hará decantarte por un seguro más o menos caro, así como el modelo de coche que tengas.
También debes tener cuidado en el seguro a todo riesgo con franquicia porque hay veces que la franquicia puede ser mucho más cara aún. ¿Lo mejor? Revisar muy bien cada uno de los seguros que más te hayan interesado y leer tanto la letra grande como la pequeña pidiendo aclaraciones en lo que no entiendas. Y, si no lo ves claro, no hacerlo.