Normalmente se suelen escuchar los chirridos debido a que es el ruido que hacen los frenos la primera vez que conduces tu coche por la mañana, sobre todo después de la lluvia o la nieve la superficie de óxido es raspada por los rotores de las almohadillas las primeras veces que se aplica el pedal de freno. También puede ser el resultado de la humedad y la suciedad que se acumula en los rotores, en todos estos casos una vez que hayas frenado un par de veces el sonido desaparecerá.
Si el ruido continua, la causa puede ser otra e incluso a veces más grave de lo que pueda parecer a simple vista. Un chillido agudo mientras estás conduciendo es por lo general el sonido de un indicador de desgaste que te dice que es hora de poner nuevas pastillas.
¿Que causas puede haber?
El desgaste de las mismas pastillas de freno. Cuando esta se va gastando se puede notar cómo “adelgaza”, a su misma vez queda al descubierto y desata ese chirrido como señal de cambiarlas. Por esto mismo, ante el primer ruido deberías ir a mirar las pastillas y si ves que están muy desgastadas lo mejor es que vayas directamente a un taller para que te pongan unas nuevas.
Si no las cambias puede que se rompan otras partes del mecanismo de frenado y el problema vaya a mayores, además debes tener muy en cuenta que está peligrando tu seguridad, por lo que debes tomarte este cambio muy en serio.
La acumulación de polvo o suciedad. Esta causa puede ser común, ya que muchas personas no se paran a mirar las pastillas de freno y mucho menos a limpiarlas, lubricarlas, regularlas o mirar si faltan piezas o están sueltas. Si no se ha utilizado el vehículo, puede que el polvo se haya acumulado, si hay poco con pocas frenadas se irá, pero si hay mucho estará cómo atascado y esto dificultara el buen funcionamiento de estas.
Discos, pastillas o tambores que están deformes o defectuosos. Si hay un tambor que está desgastado o desigual no va a dejar que las pastillas funcionen correctamente al frenar y puede provocar por ello ruidos. Los discos o los tambores pueden estropearse por estar bastante tiempo utilizando el freno con los discos gastados, por ello el resultado es un frenado con un chirrido realmente molesto y fuerte, en este caso se debe hacer el cambio de los discos o de los tambores, ya que es la mejor solución.
En conclusión, limpiando y lubricando los frenos podemos evitar que estos funcionen mal o se estropeen antes. Pero de todas maneras, cuando existe un problema en las pastillas, en los discos o tambores lo mejor es que un profesional diagnostique el ruido, sus causas y te ayude a reparar el problema.
La mayoría de problemas con los frenos comienzan poco a poco y una atención a tiempo puede evitar una costosa reparación, por lo que revisa regularmente estos y ten en mente que los frenos son una característica crucial en tu seguridad, por lo que no los dejes pasar.